Una de las instituciones más gloriosas del mundo, el Club Atlético Peñarol, germinó a fines del siglo pasado, impulsada por el fervor de las familias que trabajaban en el ferrocarril. Una historia forjada por gente humilde y sacrificada, romántica y soñadora, que jamás imaginó que ese sentimiento tan puro lograría trascender el tiempo...
La historia se remonta a fines del siglo XVIII. En esa época la palabra "Peñarol" ya era conocida debido a que se la identificaba con una zona en la que se asentaban residencias patricias , a las que luego se agregaron granjas y viñedos. La vinculación provenía de un hecho anecdótico, digno de esos tiempos de colonialismo. Giovanni Battista Crosa, natural de Pinerolo -Piamonte-, se radicó en el paraje de campo abierto -propiedad de Manuel Francisco Artigas, hermano del prócer, José Gervasio-. Casado con Francisca Pérez -gallega-, Crosa se encontró con la obligación de castellanizarse. En su afán de lograr su cometido, icluyó en su objetivo a su apellido, al que agregó "Piñerol" -tal cual el dialecto piamontés-, deformado luego a "Peñarol". Por esa razón, desde el siglo pasado, al paraje se lo llama popularmente "lo de Peñarol". Las raíces del Club Atlético Peñarol se remontan al siglo pasado, más precisamente a 1890, cuando surgió en escena nada menos que la empresa del Ferrocarril Central (recientemente adquirida por los británicos, que la bautizaron Central Uruguay Railway), que adquirió varias hectáreas de terreno para instalar sus talleres, anteriormente con base en Bella Vista. El 1o. de mayo de 1891 quedaron habilitados en la Villa Peñarol, a 10 kilómetros de Montevideo. Las chacras del Miguelete -arroyo que cruza la zona donde hoy se levanta Peñarol- ofrecían un paraje en el que las distintas etapas fueron evolucionando a partir de la construcción de la importante central férrea. Con esto se produjo un importante desarrollo urbanístico. La cantidad de habitantes creció con una velocidad inusitada para la época y el pueblo cambió su denominación cuando el Estado uruguayo oficializó el nombre del apartado lugar donde había nacido Juan Bautista Crosa Peñarol en 1890. La influencia inglesa en la zona provocó que, años después y a instancias de Roland Moore, altos directivos de la empresa del Ferrocarril, a los que se adhirieron obreros y empleados, fundaran una institución deportiva con carácter gremial. Los habitantes de la zona tenían necesidad de contar con un lugar común de reunión y desarrollo social . Es por eso que se fundó el Centro Artesario, donde funcionó el club. Allí se practicaban las actividades más comunes de esos tiempos: fútbol y cricket.
El impulso también llevó a los 118 empleados y obreros del Ferrocarril Central del Uruguay -de los cuales 72 eran ingleses; 45 uruguayos y uno, alemán a convocar a una reunión -el 28 de setiembre de 1891- en la que se concretaría la fundación del Central Uruguay Cricket Club (CURCC).